Hay que ver lo que han tenido que inventarse los de Fringe en este episodio, porque el señor Leonard Nimoy no tiene ya ganas de trabajar delante de las cámaras. Al menos ha prestado su voz para su dibujo (poco) animado. Aunque conociéndolo, seguramente habrá doblado a su personaje desde el sofá de su casa y con el teléfono en la mano. Y es que la intervención de William Bell en la tercera temporada, no ha servido de mucho. Salvo para dejar a Peter unos días sin sexo.
No sabemos si habrá dejado algún tipo de información sobre el otro lado, como lo de descifrar los discos duros de los cambiaformas. Cosa que parecía que podría haber producido la primera disputa conyugal entre Peter y Olivia, pero al final la agente Dunham parece estar más interesada en hacer dibujitos y comer tostadas. De la que se ha librado Peter.
Así entra Peter en Olimatrix.
Seguramente lo habrá perdonado, por todo lo que ha hecho Peter en este episodio para liberarla. Y es que el plan de William Bell de utilizar a Olivia como recipiente de su alma pervertida, no resultó tan bien como con una rata. Las ratas se sienten seguras en su mente, pero Olivia no. Ha sufrido tantos traumas, que la pobre no se siente a salvo en ningún sitio. Por eso deciden entrar en su mente para encontrarla y traspasar la conciencia de Bell a un ordenador, ya que el plan de trasvasarlo al cadáver de un gordo no dio resultado. Yo creo que pensó que dentro de ese cuerpo no tendría ninguna posibilidad de conquistar a Astrid y que con el cuerpo de Olivia lo tendría más fácil.
Así que Walter, Peter y Bellivia se toman un LSD y se introducen en la mente de Olivia. Se nota que Peter no está muy acostumbrado a drogarse, porque al poco tiempo de tomar su dosis, ya estaba acariciando la calva de Broyles y acusándole de ser un observador. Pero Broyles tampoco se queda atrás, porque al ponerse a limpiar el laboratorio se coloca accidentalmente. Por una vez que ayuda a Astrid y la lía. Algunos hombres son unos inútiles, en lo que a las labores del hogar se refiere. Pero al menos, este incidente nos ha servido para conocer a otro Broyles, uno que no tiene un palo de escoba metido por el culo. Ya sé que en ocasiones ve pajaritos y hace pompas de jabón, pero es un personaje más abierto y le confiesa a Astrid lo mal que se siente al haber visto el cadáver de su doble de camiseta ajustada. Incluso le da la mano a Astrid. ¿Cuándo hemos visto a Broyles coger la mano de alguien, salvo que sea para saludarlo? Bueno… se dio un beso con Nina, pero eso mejor olvidarlo. ¿Habrá rollito entre el coronel y Asterisco? Espero que no. Demasiado culebrón.
El Show de Broyles
Dejando al de las cara raras a un lado, vamos a lo que realmente importa, a Peter haciendo de Leonardo DiCaprio en Inception o más bien de Neo en Matrix, por lo de las gafas de sol y por la facilidad que se deshace de unos zombies y da saltos imposibles. Si hubieran cancelado Fringe, Peter tendría trabajo asegurado en The Walking Dead.
¿Y cómo es la mente de Olivia? Pues como es ella… sobria, un poco aburrida y con muchos peligros al acecho. Las personas que la habitan parecen sacadas del armario de Olivia, y hay elementos de las dos realidades, como Las Torres Gemelas o un Zeppelín. Como en la película Origen, en cuanto las proyecciones del subconsciente detectan que hay invasores, intentan eliminarlos, siendo el líder de ellos, el padrastro de Olivia. Parece que Olivia tampoco se fía mucho de Nina, porque ella también intenta matar a Peter y Walter.
Mientras tanto, William Bell vuelve a hacerse pasar por Olivia y atrae a Peter y Walter hasta su oficina en Las Torres Gemelas. El cabreo de Peter pudo haber sido descomunal, pero lo distrajo el hecho de que William Bell fuera un dibujo animado. Que obsesión tiene este hombre con Olivia, solo le ha faltado ponerse tacones, vestido y peluca rubia.
Así que los tres juntos roban un dirigible y se dirigen a Jacksonville, lugar dónde Peter deduce que estará Olivia, porque cuando era pequeña y vivía junto a su verdadero padre, era el lugar dónde más segura se sentía. Se nota que Peter está realmente enamorado de Olivia, porque un hombre en condiciones normales habría desconectado inmediatamente cuando la chica empezara a contarle su vida.
El misterioso Señor X apuntando a Peter
Un dato curioso, es que las puertas por fin han conseguido vengarse de Peter, aunque sea en un sueño. Cuando el rompepuertas se decide a abrir una misteriosa puerta en el zeppelín, ésta se abre de pronto y le pega un portazo en toda la cara. Aunque no fue la puerta por si sola la que se vengó, si no que fue ayudada por un extraño personaje con una X dibujada en la camiseta. ¿Quién será este hombre? ¿Alguien del pasado de Olivia al que tenía encerrado y ha olvidado? ¿Un hombre anuncio de pelis porno? ¿O alguien del pasado de Zorrivia o William Bell? Recordemos que la mente de Olivia ha tenido bastantes okupas. Pues este Señor X, según Olivia será el hombre que la matará. Más intrigados no podemos estar.
Y llegamos al momento motocicleta. Parece que la mayor ilusión de William Bell es la de montar en moto. Pero yo creo, que lo que quería era ir de paquete con Peter o arrimándole el paquete a Peter, aprovechando los numerosos baches que debe haber en la mente de Olivia. Se ve que el estar tanto tiempo en el cuerpo de Olivia ha despertado sentimientos hacía el hijo de su buen amigo Walter.
¡Cuanto más aceleroooo, más calentito me pongooo!
Tras un romántico paseo en moto, consiguen dar con el escondite de Olivia. Peter entra en la casa, y tiene que superar la última prueba de su novia. La primera era que prestara atención cuando ella le habla, y la segunda es un poco más difícil, y Peter ya la falló cuando confundió a Zorrivia con su amada. Pero esta vez, Peter no cae en la trampa y logra identificar a la verdadera Olivia. A la segunda va la vencida.
Lo malo es que el puto padrastro todavía sigue dando por culo, y junto con un ejercito clon, intenta dar caza a la pobre Olivia y sus amigos. Pero tras atropellar a Peter y que éste regresara al mundo real, Olivia toma el control de la situación y de su mente, perdiendo todo el miedo. La parte negativa de este hecho, es que al no tener ya miedo de nada, no podrá usar el pene de Peter como linterna.
El final del episodio nos deja una cosa buena (sobre todo para Peter), el regreso de Olivia y una mala (o no tan mala), la muerte de William Bell. Porque lo de trasvasar su alma al ordenador no funcionó. Se ve que el ordenador que utilizaron tenía Windows Vista instalado y no era compatible con el viejo verde.