Este episodio tiene dos tramas diferenciadas, que acaban uniéndose en un final muy emotivo. En la primera trama tenemos a Peter y su plan para romperle el cuello a Widmark y en la otra tenemos a Olivia en busca de un imán gigante, como parte del plan que Walter describe en sus interminables cintas en formato Betamax.
En esta ocasión, Olivia decide ir en busca del imán a una chatarrería para desestresarse un poco y quitarse las ganas que tiene de pegarle una colleja a Peter. Aunque una colleja no sería lo apropiado, porque le metería más para dentro el chip. Así que para pensar en otra cosa, Olivia se va de compras. Su intención es hacer algún tipo de trueque, pero resulta que llevaban años esperándola, con un camión cargado con el electroimán, al que sólo le faltaba la gasolina.
Allí se encontró con una mujer llamada Simone, que se cree adivina… y tal vez lo sea. Acertó que Olivia llevaba una bala en el bolsillo y otras muchas cosas. Yo creo que su madre se dopó con Cortexiphan y ella ha heredado ese poder. Por eso Walter la dejó a cargo de esa pieza tan vital para su plan.
Pero la gasolina tarda demasiado en llegar y Olivia empieza a impacientarse. Si es adivina, podría haberle dicho cuanto iban a tardar en llenarle el depósito. Y para joder más la cosa, aparece una niña y le dice que la gente está hablando del precio que tiene su cabeza. Muy simpática la niña… y mete mierda. Por poco Olivia no le vuela la cabeza a la tetuda ,cuando ésta le trae un vaso de agua. ¿Esa niña lo hizo por joder o es que es así de tonta? Menos mal que al final son todos buena gente y le regalan el camión.
Olivia MacGyver
Lo malo de ser camionera en un mundo de observadores, es que al haber tanta crisis, te pueden asaltar en cualquier momento, para robarte la mercancía. Cosa que a Olivia le pasa, aunque lo más valioso que transporta no es el imán, si no ella misma. Así que este par de ladrones inútiles la secuestran para pedir la recompensa a los calvos, pero son tan idiota que dejan a Olivia en el almacén, con un montón de cosas afiladas y peligrosas a su alrededor. Así que no tarda en soltarse y en montar un artilugio, que ya quisiera el mismísimo MacGyver, usando la bala abollada que tenía Etta como proyectil. Con eso y cuatro hierros, consigue eliminar del mapa a sus captores y ya puede volver a preocuparse por su amado.
Pueden teletransportarse a la acera de enfrente pero prefieren esperar al semáforo.
Peter, por su parte, se dedica a cambiar vasos de café de sitio para que se manchen los zapatos de Widmark. ¿Éste era su plan? Él mata a su hija y Peter se conforma solo con untar sus mocasines de café. Pues no… este hecho conllevará una serie de eventos, que culminarán con Peter partiéndole el cuello a ese calvo malvado. Aunque en el camino, están a punto de matarlo. Peter y Widmark tiene una pelea al estilo Matrix de bajo presupuesto, pero con teletransportaciones incluidas.
Pero tras ser curado por Walter de sus heridas, Peter vuelve a la carga, sin importarle las advertencias de su padre, de que si sigue con esa cosa el cuello, dejará de sentir emociones. Tan solo la intervención de Olivia, recurriendo al amor que sienten entre ellos y hacia su hija, la que consigue que Peter se extraiga el chip, impidiendo que se convierta en un calvo sin sentimientos.